• EN ALEMANIA, DIARIO EXPRESO, Lima 18 de enero de 2010
La Galería El Pacífico de Stuttgart acogerá desde el jueves 21 una significativa muestra pictórica peruana.
Las presentes obras son un pequeño muestrario de las diversas tendencias que hay entre los artistas que expondrán en la exhibición “Pintura peruana actual” durante un mes en Stuttgart, Alemania. Hay una inclinación mayoritaria hacia la figuración, como en la mayor parte del mundo. Los artistas aquí presentados se orientan también en buena parte hacia el expresionismo, escuela netamente germánica.
Veamos: Renzo Núñez-Melgar, constante explorador de la urbe limeña sin caer en la curiosidad del souvenir, nos muestra el azar fatal en un cuadro fraguado por sus características pinceladas y empastes expresionistas. Asimismo, John Chauca, creador de imágenes, basado constantemente en la gran tradición de la cultura occidental, continúa con uno de sus motivos predilectos: La Mona Lisa. En esta ocasión, fusiona el retrato de su creador, Leonardo, dando pie también a evocar la teoría aquella que distingue como un autorretrato al cuadro más famoso del mundo.
Por su parte, Elizabeth López Avilés apela a su línea definida y segura en una composición en la que, detrás de la soberanía del dibujo, el rojo intenso permite pensar en que la mujer tendida en el suelo ha sido agobiada por las tribulaciones de Eros. En “Nado sincronizado”, Shila Acosta ha decidido ausentar a sus característicos personajes para mostrar una imagen cercana a la abstracción geométrica sugiriendo también uno de sus motivos constantes: el agua.
De otro lado, Giancarlo León Waller, participa con un retrato desbocado en el que destaca la fuerza psicológica que le debe mucho al maestro Herskovitz desde un punto de vista absolutamente personal y auténtico. En “Etopeya”, Jack Caballero da luces acerca de su proceso estético y la importancia, precisamente, de lo psicológico en sus personajes cargados de un especial desenfado ingenuo.
En un tono más irónico, atento observador de nuestra sociedad y sus paradojas, Jorge Miyagui en su “Godiva II” recuerda un episodio anecdótico de nuestra pintoresca fauna político-social sin descartar la rebeldía del acto mismo de su protagonista. Finalmente, José Luis Carranza, configura a aquellos ciegos que mencionamos anteriormente, guiándose entre ellos, desvalidos y absolutamente condenados en una de sus características y logradas pinturas.
IVÁN FERNÁNDEZ-DÁVILA
La Galería El Pacífico de Stuttgart acogerá desde el jueves 21 una significativa muestra pictórica peruana.
Las presentes obras son un pequeño muestrario de las diversas tendencias que hay entre los artistas que expondrán en la exhibición “Pintura peruana actual” durante un mes en Stuttgart, Alemania. Hay una inclinación mayoritaria hacia la figuración, como en la mayor parte del mundo. Los artistas aquí presentados se orientan también en buena parte hacia el expresionismo, escuela netamente germánica.
Veamos: Renzo Núñez-Melgar, constante explorador de la urbe limeña sin caer en la curiosidad del souvenir, nos muestra el azar fatal en un cuadro fraguado por sus características pinceladas y empastes expresionistas. Asimismo, John Chauca, creador de imágenes, basado constantemente en la gran tradición de la cultura occidental, continúa con uno de sus motivos predilectos: La Mona Lisa. En esta ocasión, fusiona el retrato de su creador, Leonardo, dando pie también a evocar la teoría aquella que distingue como un autorretrato al cuadro más famoso del mundo.
Por su parte, Elizabeth López Avilés apela a su línea definida y segura en una composición en la que, detrás de la soberanía del dibujo, el rojo intenso permite pensar en que la mujer tendida en el suelo ha sido agobiada por las tribulaciones de Eros. En “Nado sincronizado”, Shila Acosta ha decidido ausentar a sus característicos personajes para mostrar una imagen cercana a la abstracción geométrica sugiriendo también uno de sus motivos constantes: el agua.
De otro lado, Giancarlo León Waller, participa con un retrato desbocado en el que destaca la fuerza psicológica que le debe mucho al maestro Herskovitz desde un punto de vista absolutamente personal y auténtico. En “Etopeya”, Jack Caballero da luces acerca de su proceso estético y la importancia, precisamente, de lo psicológico en sus personajes cargados de un especial desenfado ingenuo.
En un tono más irónico, atento observador de nuestra sociedad y sus paradojas, Jorge Miyagui en su “Godiva II” recuerda un episodio anecdótico de nuestra pintoresca fauna político-social sin descartar la rebeldía del acto mismo de su protagonista. Finalmente, José Luis Carranza, configura a aquellos ciegos que mencionamos anteriormente, guiándose entre ellos, desvalidos y absolutamente condenados en una de sus características y logradas pinturas.
IVÁN FERNÁNDEZ-DÁVILA
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